Las llamadas «malas rachas o crisis de pareja» no siempre son un desastre, a veces, con una buena gestión pueden servir para evolucionar como pareja.
Una herramienta que os puede ayudar a conectar como pareja puede ser la siguiente:
Primero, escribir cada uno/a en pequeños papeles las dudas que tengáis y los problemas que os preocupen en cuento a la relación. Es importante que la actitud ante este ejercicio sea tranquila, empática y asertiva. Recuerda que sois un equipo.
Después, cada uno/a leerá uno de los papeles que ha escrito y, junto a la pareja, se resolveréis las siguientes preguntas:
- ¿Cómo me hace sentir esto?
- ¿Cómo creo que te hace sentir a ti?
- ¿Este problema depende de nosotros y podemos hacer algo? O, sin embargo, ¿es un problema sobre el que no tenemos ningún poder?
- ¿Qué puedo hacer yo para sentirme de otra manera?
- ¿Qué puedes hacer tú para que yo me sienta de otra manera?
Si tras hablar sobre un problema, éste sigue generando mucho malestar y crees que aún no habéis encontrado la manera de resolverlo, guardar el papel en una caja o un tarro para conversar sobre él otro día. Cada papel es una oportunidad de mejora.