Cuando mantenemos relaciones sexuales, solemos poner todos nuestros esfuerzos en llegar al orgasmo, como si este fuese el punto de aprobado o suspenso.
Sin embargo, en ocasiones llegamos al orgasmo e igualmente consideramos que no ha sido satisfactorio. ¿Por qué sucede esto?
- No realizamos prácticas con posturas cómodas.
- La relación sexual dura demasiado tiempo para mi gusto, pues aunque no me apetezca seguir, lo hago.
- La relación sexual ha acabado antes de lo que me habría gustado, ya que al tener el orgasmo, hemos finalizado con todo.
- Mis pensamientos no me han permitido estar presente en la relación sexual.
- He estado preocupándome por el orgasmo de mi pareja durante toda la relación sexual.
¿Qué se tiene que dar para que una relación sexual sea satisfactoria? Te puede ayudar hacer una lista de 3 columnas y escribir:
- LO MÍNIMO QUE NECESITO: lo mínimo que se tiene que dar en una relación sexual para sentirte cómodx, relajadx y centradx en el placer (Ej. grado de intimidad con la otra persona, momentos previos de excitación y juego, estimulación del cuerpo, sentir que la otra persona disfruta…)
- LO QUE NO NECESITO, PERO ME GUSTA: Todas las prácticas que te gustan, pero que si no se dan no pasa nada (Ej. llegar al orgasmo, sexo oral, penetración, hablar durante la relación, que sea un lugar cómodo…)
- LO QUE NO ME AGRADA: Todo lo que no te agrade en una relación sexual, lo que te corta el rollo (Ej. insultos, sitios con poca intimidad, tocar los pies, pellizcos fuertes…).
La satisfacción es diferente para cada persona, y hablar con tu pareja sexual de vuestras necesidades mínimas os acercará a relaciones sexuales más placenteras y con menos presión.